
Fin de una historia productiva: La Suipachense cierra sus puertas y deja 140 familias en la calle
La Justicia decretó la quiebra de la histórica láctea de Suipacha, que acumulaba deudas millonarias y más de mil cheques rechazados. El cierre definitivo impacta a más de 140 familias trabajadoras.
La crisis declarada en la empresa láctea La Suipachense, instalada en el partido bonaerense de Suipacha, terminó siendo irreversible: la Justicia declaró su quiebra y ordenó la liquidación completa de la compañía, que acumulaba un récord de deuda y cheques rechazados.
Es el peor final para las familias de los 140 empleados de la planta, que ya estaba sin funcionar y ahora será vendida junto con el resto de los bienes de la empresa.
Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se registraron más de mil cheques rechazados por un total de 8.500 millones de pesos. El Juzgado en lo Civil y Comercial de Mercedes decretó la quiebra de Lácteos Conosur SA y prohibió la salida del país de su presidente, Jorge Luis Borges León.
El juzgado destacó que la firma no sólo incumplió con los pagos a empleados y proveedores, sino que “carece de toda generación de ingresos”, ya que la planta estaba paralizada hacía meses.
La situación se agrava porque días antes también había quebrado Alimentos Refrigerados SA (ARSA), otra empresa controlada por la venezolana Maralac, dedicada a producir yogures y postres para SanCor. En ese caso, la deuda superaba los 49.000 millones de pesos y se detectaron 540 cheques rechazados.
El retiro de Maralac deja así a más de 600 trabajadores en la calle entre ambas compañías, confirmando un golpe profundo para la industria láctea y el empleo en la región.